A los pocos minutos de empezado el 1º de enero, en decenas de esquinas de la ciudad de La Plata y sus alrededores se lleva a cabo una costumbre que tiene tanto de pintoresca como de inédita en la Argentina: la quema de muñecos.
Ni bien terminado el brindis familiar, la gente sale a ver la quema más cercana y celebrar con sus vecinos el año nuevo. En algunos casos, inclusive, el muñeco es la excusa para dar el puntapié inicial a fiestas multitudinarias, que toman por asalto las calles y duran hasta el amanecer.
La estructura se hace con madera y metal, se revisten y se pintan. Llegan a tener hasta 20 metros de altura, y en su construcción están involucrados chicos y grandes.
La costumbre es similar a la de las Fallas Valencianas, con la diferencia de que, además de la fecha, los muñecos son por lo general representaciones de personajes populares de la actualidad.
Lo que Robinsón Cruzó entrevistó a los chicos que llevan adelante el muñeco de 17 y 53, uno de los más populares de la ciudad.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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