Las gigantes ballenas francas por las que es famosa la Península Valdés llegan a la zona año a año durante el mes de mayo. A 77 kilómetros de Puerto Madryn, en las costas del mar Atlántico ellas escogen esta gigantesca Reserva Natural de 360 mil hectáreas que fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
El trayecto en ruta hasta la llegada al lugar es de por sí único, el mar patagónico, el Golfo Nuevo y el Golfo San José. A veinticinco kilómetros de la entrada al complejo se encuentra Puerto Pirámides, el único lugar donde vive la población nativa, y el lugar por excelencia para observar a las famosas ballenas francas del sur. Reposan allí de mayo a diciembre y son tal vez uno de los atractivos turísticos y naturales más importantes que tenga el país.
Estos gigantescos mamíferos habitan las aguas del golfo para procrear y dar a luz a sus crías. Hay seis empresas que posibilitan al visitante acercarse a las ballenas, aun más que la propia orilla del mar. Se realizan excursiones en barco que duran aproximadamente una hora. O bien también el turista puede vestirse de buzo y pasar un rato junto a las ballenas.
Sin embargo pese a tan bello paisaje, la contaminación existente en los mares suramericanos, afecta seriamente la integridad de la población de 2500 ballenas que se trasladan a estas zonas. Para evaluar estos efectos es que se hará una convención los próximos 28 y 29 de septiembre, contará con la participación de investigadores y conservacionistas de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Estados Unidos será en Puerto Madryn en el Ecocentro y será financiada por el International Fund for Animal Welfare (IFAW).
El trayecto en ruta hasta la llegada al lugar es de por sí único, el mar patagónico, el Golfo Nuevo y el Golfo San José. A veinticinco kilómetros de la entrada al complejo se encuentra Puerto Pirámides, el único lugar donde vive la población nativa, y el lugar por excelencia para observar a las famosas ballenas francas del sur. Reposan allí de mayo a diciembre y son tal vez uno de los atractivos turísticos y naturales más importantes que tenga el país.
Estos gigantescos mamíferos habitan las aguas del golfo para procrear y dar a luz a sus crías. Hay seis empresas que posibilitan al visitante acercarse a las ballenas, aun más que la propia orilla del mar. Se realizan excursiones en barco que duran aproximadamente una hora. O bien también el turista puede vestirse de buzo y pasar un rato junto a las ballenas.
Sin embargo pese a tan bello paisaje, la contaminación existente en los mares suramericanos, afecta seriamente la integridad de la población de 2500 ballenas que se trasladan a estas zonas. Para evaluar estos efectos es que se hará una convención los próximos 28 y 29 de septiembre, contará con la participación de investigadores y conservacionistas de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Estados Unidos será en Puerto Madryn en el Ecocentro y será financiada por el International Fund for Animal Welfare (IFAW).
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