jueves, 1 de octubre de 2009

La otra migración. Nota a senegaleses.

Cuantas veces uno se pregunta de que nacionalidad son las personas que uno encuentra vendiendo bijouterie en pleno centro porteño. La nota se titula así, porque lejos de ser una migración turística, como la mayoría de los casos que en este blog se retratan, se trata de senegaleses que huyen en busca de mejores condiciones de vida y reciben asilo en nuestro país en condición de refugiados de las Naciones Unidas.

El siguiente es un relato de Mbaye Ndiaye, que llegó a Argentina hace 4 años y se gana la vida vendiendo relojes y pulseras en la avenida Corrientes.

“Llegamos primero a Brasil, en barco, después cruzamos la frontera caminando y la mayoría de nosotros nos venimos para Buenos Aires, hay algunos otros que se quedan en Brasil o van a Uruguay. En Buenos Aires cuando yo llegué no había tanta comunidad y era más difícil el trato con la gente, no sabíamos el idioma y no nos ayudaban mucho. Ahora cambió, ahora tenemos nuestras residencias en La Boca o San Telmo y la gente ya se acostumbró más a vernos. Ya no hay tanta desconfianza ni rechazo”.

Sin embargo, muchos de ellos tienen problemas con la policía, que los trata distinto por ser extranjeros, según ellos mismos explican. Son el organismo que más los discrimina por su tez morena, y los que mas trabas les ponen en el camino para que puedan trabajar con tranquilidad, en muchos casos piden varios de los artículos de bijouterie como coima para permitirles trabajar tranquilos.


El refugiado llega traumatizado a un país que le es ajeno, como así también su cultura e idioma. Se da cuenta de que a todo lo que vivió se le suman otras problemáticas: discriminación por parte de las autoridades, y también de parte de las mismas organizaciones que deberían asistirlo, como el ACNUR. Argentina si bien da asilo a quien lo requiera, no cuenta con una política de asistencia socioeconómica a los refugiados y en el campo de la educación carecen de valor todos los títulos universitarios y secundarios que pudieran llegar a tener.

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