Extracto de una conversación que, hasta ese entonces, jamás pensé que podría tener en Buenos Aires:
Un amigo: ¿Vamos a ver el partido de football?
Yo: Se dice fútbol.
Un amigo: No, no. No hablo de fútbol. Hablo de football.
Yo: ¿Eh?
Más insólito fue, minutos después, escuchar a alguien hablar de yardas (de verdad: ¿acaso algún argentino sabe cuántos metros son una yarda?), de usar casco, y de vestir... calzas y hombreras.
El deporte, queda claro, también es cultura.
Sergio Biagini es el presidente de Football Americano Argentina (FAA), la entidad a cargo de esta actividad en Buenos Aires. Su fundación en 2004 fue, según sus palabras, casi una necesidad: “Empezó todo entre amigos, un grupito de fanáticos que nos cansamos de jugar Flag, que es como la tocata del rugby; lo mismo, pero sin tackle. Queríamos organizarnos y tener la versión completa”.
Dicho y hecho, entonces. Casi lo primero que hicieron fue conseguir el respaldo de la NFL, su par norteamericano y meca insuperable. De ahí en más, trabajo de hormiga, hasta llegar a lo que es hoy: una competición de seis equipos que pelean entre sí por las cuatro plazas de los playoffs, con el objetivo único y final de ganar el preciado Tazón Austral.
“Muchas personas jugaban al rugby hasta que se enteraron que hay football”, destaca Biagini, y asegura que no hay que tener ni altura ni peso particular para jugar: “Es un deporte versátil, con muchas posiciones en cancha que exigen distintas características”. En la liga los jugadores tienen entre 19 y 45 años; para los menores hay una categoría especial, donde reciben el entrenamiento técnico y físico más fuerte. De todas maneras, aquel que esté grandecito y quiera incursionar puede hacerlo en los campamentos para novatos, donde todo es un poco más intensivo.
Claro que también hay una selección nacional. Y todos los años, los Halcones (tal el apodo distintivo dentro de la fauna del deporte argentino) disputan el Silver Bowl contra sus pares de Uruguay, tomándose el atrevimiento de poner al mismísimo reinado del Río de la Plata en juego. La quinta edición se lleva a cabo el viernes 27 en Buenos Aires, y para Biagini eso solo ya es un triunfo: “Poder seguir con este evento y que le interese a las personas y auspiciantes de las dos orillas es fundamental para el desarrollo del football en la región”.
Ese crecimiento, agrega Biagini, es sinónimo de constancia en la difusión, siempre difícil de conseguir, sí, pero que atrae cada día a más jugadores. Y esa misma es la que me llevó a mí aunque sea a mirar un ratito, a aprender que una yarda son como 91 centímetros.
Qué se yo, algo es algo.
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Los partidos se juegan los sábados desde las 13 en el Club Comunicaciones, Avenida San Martín 5125, Agronomía. Más información en la web de la FAA.
Las fotos son de www.faarg.com.ar
lunes, 9 de noviembre de 2009
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